El filántropo japonés Shin Fujiyama llegó a Honduras el domingo, luego de un desafiante recorrido de 3,000 kilómetros desde la frontera entre México y Estados Unidos, con el fin de recaudar fondos para la construcción de escuelas en Honduras.
Al llegar al punto fronterizo de El Poy , en Ocotepeque, fue recibido con emoción por cientos de hondureños, quienes le dieron la bienvenida con pancartas, música, aplausos y regalos en reconocimiento a su hazaña.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando su pareja, Yeimi Licona, le entregó un regalo especial para la hija que esperan: un mameluco con la frase «Mi papá es un héroe».
Este detalle simbolizó el orgullo y el cariño por el esfuerzo de Fujiyama en favor de la educación hondureña. La escena fue compartida en redes sociales, donde se evidencia el amor y alegría que ambos sienten por la misión cumplida.
Durante los 105 días de su recorrido, Fujiyama atravesó México, Guatemala y El Salvador, demostrando su compromiso con la educación. Como agradecimiento, la ciudad de Ocotepeque le entregó las llaves de la ciudad, en honor a su dedicación y al impacto positivo que ha tenido en el país.