Cali. El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA) está instando a los líderes mundiales, en la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad (CBD COP16) que se celebra en Cali, Colombia, a centrar más atención y financiamiento en los pequeños agricultores.
Los pequeños agricultores están en primera línea frente a la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, y deben ser capaces de cultivar de manera sostenible una variedad de cultivos para el consumo local y global, en particular para los más de 3 mil millones de personas que no pueden permitirse una dieta saludable.
Este enfoque es crucial, ya que el mundo enfrenta un doble desafío: alimentar a una población en crecimiento, que se proyecta alcanzará los 9,700 millones para 2050, y revertir la degradación del entorno natural.
«Abordar esta situación requiere transformar los sistemas agroalimentarios para que sean más sostenibles y amigables con la biodiversidad, y esta transformación incluye adoptar prácticas agroecológicas y promover la agrobiodiversidad», dijo Oliver Page, Especialista en Cambio Climático y Medio Ambiente del FIDA para la región de América Latina y el Caribe, quien encabeza la delegación del FIDA en la COP16.
SOLUCIONES HOLÍSTICAS
«El FIDA reconoce que un entorno degradado y las crisis climáticas están interconectados, y que necesitamos soluciones holísticas para enfrentar ambos. Por eso, en 2021 nos comprometimos a canalizar el 30 por ciento de nuestra financiación climática para apoyar soluciones basadas en la naturaleza para 2030», agregó.
Siguiendo el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF, por sus siglas en inglés), adoptado por el Convenio sobre la Diversidad Biológica en la COP15 en 2022, el FIDA se compromete a implementar un enfoque centrado en las personas, equilibrando la naturaleza, los medios de vida y la seguridad alimentaria.
Paralelamente, el Fondo está centrándose más que nunca en la biodiversidad en sus nuevas inversiones y ha adoptado su propia estrategia de biodiversidad para incorporar la protección, el uso sostenible y la promoción está en sus operaciones.
La biodiversidad es fundamental para los sistemas agroalimentarios sostenibles. Refuerza la productividad y la resiliencia agrícola, desempeñando un papel clave en la polinización, el ciclo de nutrientes, el control de plagas y la diversidad genética.
También apoya servicios ecosistémicos como la purificación del agua y el ciclo de nutrientes, que contribuyen con un estimado de 125 billones de dólares anuales a la economía global.
La pérdida de biodiversidad debilita los ecosistemas y su capacidad para sustentar la vida.
DATOS
El apoyo de los países donantes al desarrollo agrícola se ha estancado en apenas un 4-6 por ciento de la asistencia oficial para el desarrollo en la última década. Los pequeños agricultores reciben menos del uno por ciento de la financiación climática global, aproximadamente 5.53 mil millones de dólares para adaptarse a una nueva realidad climática, una cifra que está muy lejos de satisfacer sus necesidades.