Montevideo (AFP). Uruguay, la democracia más estable de América Latina, votará el domingo para elegir al sucesor del presidente de centroderecha Luis Lacalle Pou, con la izquierda como favorita en una contienda que parece encaminarse a un balotaje.
El izquierdista Yamandú Orsi, un profesor de historia de 57 años, delfín del exmandatario José «Pepe» Mujica y candidato del opositor Frente Amplio, lidera la intención de voto con 41%-47%, pero no obtendría más del 50% necesario para ganar en primera vuelta.
Orsi aspira a gobernar este país de 3.4 millones de habitantes, eminentemente agropecuario, con alto ingreso per cápita y bajos niveles de pobreza y desigualdad con respecto a la región.
Lo siguen los candidatos de los principales partidos de la coalición encabezada por el presidente Lacalle Pou, que tiene una aprobación del 47% pero no puede buscar la reelección inmediata según la Constitución.
El aspirante del Partido Nacional, Álvaro Delgado, un veterinario de 55 años que fue secretario de la Presidencia de Lacalle Pou, cosecha un 20%-25% de adhesiones.
Con 15-16%, su rival del también histórico Partido Colorado, Andrés Ojeda, de 40 años, podría arrebatarle el segundo puesto.
Este joven y mediático abogado que se compara con el presidente argentino ultraliberal Javier Milei por su forma poco tradicional de hacer política se presenta como el rostro de la renovación y ha ido cobrando impulso en las últimas semanas.
Más de 2.7 millones de uruguayos están convocados a las urnas para elegir al presidente y vicepresidente para el período 2025-2030, así como los 30 escaños del Senado y los 99 de la Cámara de Representantes.
«Voto al Frente Amplio porque siempre está del lado del pueblo», comentó a la AFP Narahiana López, de 26 años, durante el cierre de campaña de Orsi en Montevideo.
Igual de entusiasta estaba Mónica Álvarez, una analista de sistemas de 45 años, sobre Ojeda. «Creo que puede meterse en el balotaje», dijo.
Además de presidente y legisladores, los uruguayos deberán pronunciarse sobre dos plebiscitos: uno sobre el régimen previsional y otro sobre seguridad ciudadana.
Si ninguno de los candidatos logra la mayoría absoluta, habrá una segunda vuelta el 24 de noviembre.
Para la pugna final, todo indica que Orsi enfrentará a un Delgado o a un Ojeda que se respaldarán mutuamente y esperan contar con los votos de los socios menores del bloque oficialista: Cabildo Abierto (4%-2% en los sondeos) y el Partido Independiente (3%-1%).