Pacientes de todas las edades se quejan de la falta de medicamentos en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), y también de la falta de algunos exámenes para sus evaluaciones.
Algunos pacientes deben tomarse la mitad de la dosis del medicamento, para no estar sin recibir nada, ya que cuando va a la ventanilla de la farmacia la respuesta es “no hay”, y esto lo repiten continuamente los derechohabientes.
“No hay medicamentos, he venido tres veces y no hay medicamentos. Yo padezco de cardiopatía isquémica, las veces que he venido no hay. Entonces con las que me han dado voy tomando por pedacitos”.
“Tomando así pedacitos para sostenerme, no me estoy tomando la dosis. No se que cuesta el medicamento, porque nunca lo he comprado; porque no hay dinero”, manifestó una de las pacientes.
Al tiempo que aseguró que ella no cuenta para con los recursos para comprar los medicamentos, y que al terminarse los que tiene; pese a su complicada situación de salud no podrá seguir tomando sus pastillas.
Al igual que ella muchos han condenado la precaria situación en el abastecimiento de medicamentos tan importantes como la insulina, los enfermos se han ido con sus termos vacíos.
María Elena García, una paciente de la tercera edad, llegó desde horas muy tempranas de la mañana al IHSS, para retirar sus medicinas, pero al llegar a la ventanilla la respuesta es la misma que en la ocasión anterior, “no han venido, no hay”.
“Buscaba medicamentos para la tiroides, triglicéridos y no hay. Entonces la enfermedad que uno tiene que le digo yo, ahora hay que esperar a que venga, hay que esperar, no se puede obligar a lo que no se puede hacer”, lamentó García.
Cada día cientos de derechohabientes y afiliados acuden a las distintas instalaciones del Seguro Social, encontrándose con la sorpresa de que no hay medicamentos, que las citas son para períodos largos de tiempo o que las máquinas para ciertos exámenes están en mal estado.
“Aquí vamos con el termo vacío, porque insulina no hay, él está muy mal, no hay insulina, no hay nada. Estamos totalmente en desacuerdo todos los viejitos que estamos”.
“Mi esposo está mal, no hay insulina, esto es una injusticia lo que está haciendo este gobierno, ahora tenemos que comprarlo y es carísimo. Es una injusticia, se siente impotencia y ganas de llorar aquí”, recalcó la familiar de uno de los pacientes que no encontró sus medicamentos.
La señora Rosa, también de la tercera edad, con lágrimas en sus ojos, lamentó que “no hay ultrasonidos, no hay mamografías, así que le pedimos a la presidenta, que ella es tercera edad también, que se ponga la mano en la conciencia”.
Los pacientes se siguen quejando de la falta de especialistas en algunas áreas, ya que esto hace que las citas sean más largas por el exceso de pacientes y la falta de médicos.