La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó este martes su confianza en poder parar la mpox (viruela símica) en África, pero pidió más fondos para poder hacerlo en un continente enorme, donde al menos 17 países de la Unión Africana (UA) han notificado casos desde comienzos de año y han fallecido ya casi mil personas.
«Nuestro objetivo es detener los brotes y creemos que podemos hacerlo no sólo en la República Democrática del Congo (RDC), sino también en los países vecinos, donde la acción concertada puede realmente, si podemos orientarla de la manera correcta, impedir que este virus se arraigue y podemos reducir el potencial de propagación internacional», dijo la directora del Departamento de Prevención y Preparación para Epidemias y Pandemias de la OMS, Maria Van Kerkhove.
En un panel durante la Cumbre Mundial de la Salud (WHS) sobre el mPox, enfermedad conocida antes como viruela del mono y ante cuya expansión en África la OMS declaró el 14 de agosto una emergencia de salud pública de importancia internacional, la epidemióloga de enfermedades infecciosas destacó la «complejidad de la situación».
Subrayó «la naturaleza dinámica del virus y la importancia crítica real de mejorar la vigilancia y de la epidemiología de campo para comprender dónde circula el virus, quién está en mayor riesgo, porque esto impulsa nuestras intervenciones específicas» y ser dinámica.
«Lo que tenemos que ser capaces de hacer con la República Democrática del Congo, con Ruanda, con Burundi, con Uganda, es tener más detalles sobre esta circulación real», enfatizó, y explicó que la OMS se centra sobre todo en el nuevo clado del virus, el 1 b.
El estrecho contacto físico íntimo es la forma en que este virus se transmite entre individuos, recordó Van Kerkhove.
Además de un plan continental desarrollado por la OMS y el Centro para el CDC de África existe un plan estratégico global de preparación y respuesta, que no es un plan de vacunación, recalcó.
Ello porque lo que realmente se necesita es vigilancia protección personal, comunicación de riesgos, el compromiso de las comunidades, la atención domiciliaria y clínica, el acceso a agua limpia, entre otras medidas para prevenir la propagación ulterior, insistió.
«El uso de vacunas como parte de esta respuesta es para grupos de riesgo específicos y, una vez más, está impulsado por nuestra comprensión de la epidemiología», señaló la experta.
Hacen falta solidaridad y más fondos
El subdirector del CDC de África, Raji Tajudeen, recalcó que la solidaridad global para la donación de vacunas es importante, pues hasta ahora la institución ha podido movilizar solo 4,3 millones de dosis de los 10 millones necesarios para controlar este brote.
Recordó que, desde comienzos del año se han registrado 38.300 casos, de los que más de 7.000 han sido confirmados. Además 979 personas han sucumbido a esta enfermedad en 17 Estados miembros de la UA (de 55).
El 88 % de los casos se dan en la región de África central y RDC sigue siendo el epicentro del brote. Asimismo, más del 60 % de los casos se registran entre niños menores de 15 años.
Van Kerkhove recalcó que existen grandes desafíos, no solo financieros, sino también en el campo mismo, pues RDC es un país muy grande, hay que mantener la atención en Burundi, Uganda y Kenia, en los dos nuevos países que informaron de casos Zambia y Zimbabue, y en los contagios que se han dado en Suecia, Tailandia y la India.
«Esta es la segunda emergencia de salud pública de importancia internacional que hemos tenido por la mpox y creemos que en los próximos meses podremos poner fin a esta situación con los esfuerzos adecuados y utilizando cada dólar que se recaude. Pero debo decir que sólo hemos conseguido el 26 % de la financiación para el plan regional. Necesitamos esa financiación para poder cumplir», señaló. EFE