Cuatro personas fueron detenidas en San Pedro Sula, Cortés, en respuesta a denuncias sobre estafas, mediante el hackeo de cuentas de WhatsApp, con diversos “anzuelos”, como el ofrecimiento de dólares a un precio bajo de 24 lempiras por cada billete verde.
El Ministerio Público, por medio de la Fiscalía Especial de Propiedad Intelectual y Seguridad Informática (Feprossi) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) presentaron acusación contra una supuesta estructura criminal acusada de vulnerar medidas de seguridad en el sistema de mensajería WhatsApp para cometer estafas masivas.
El requerimiento fiscal detalla que como imputados en este caso figuran: Brayan Estif Meléndez Mendoza, José Arnulfo Bueso, Luis Miguel Savillón Lara y Manuel de Jesús Alberto, acusados por suponerlos responsables de los delitos de asociación para delinquir, acceso no autorizado a sistemas informáticos, suplantación de identidad, estafa y lavado de activos.
Todos ellos fueron capturados en San Pedro Sula y trasladados a Tegucigalpa para ser presentados ante el juez en materia de criminalidad organizada, medioambiente y corrupción para el desarrollo de la audiencia de declaración de imputado, confirmó el portavoz de la ATIC, Jorge Galindo.
TÉCNICAS DE PHISHING
La investigación revela que, utilizando técnicas de phishing (suplantación de identidad), los acusados al parecer lograron apoderarse de una cuenta de WhatsApp de una de las víctimas, para luego utilizar su nombre y así engañar a otras personas que cayeron en la estafa.
Les hacían creer a los incautos que estaban vendiendo dólares a 24 lempiras, cada uno, por lo que los afectados a través de ese engaño transfirieron considerables sumas de dinero a las cuentas bancarias aperturadas a nombre de los imputados.
Las víctimas al darse cuenta que habían sido objeto de estafa se apersonaron a las agencias bancarias para cancelar las transferencias, pero estas ya habían sido retiradas por los miembros de la estructura criminal.
Una vez que los imputados tenían el dinero producto de esas estafas en sus manos, realizaron depósitos a la cuenta del imputado, Luis Miguel Sabillón Lara, y realizaron compras en centros comerciales, lo que permitió que ese dinero circulara dentro del sistema financiero nacional con el fin de darle apariencia de legalidad.
“QUE SE LO LLEVEN”
Una de las esposas de los imputados de este caso, identificada como Reina manifestó que “nosotros somos inocentes de todo lo que se le acusa, pero está bien que se lo lleven para una investigación, vamos con la cara levantada, nos sentimos libres, no tenemos que andarnos escondiendo de nada”.
La mujer recordó que “mi esposo antes trabajaba en una veterinaria, pero a él lo sacaron con la pandemia, nos enjaranamos con un carrito, solo quedé con la deuda de un sobrino y un amigo, para mí fue una sorpresa que llegaran a tocarme la puerta hoy (ayer) a las 6:00 de la mañana”.
El phishing es un ciberataque que utilizan delincuentes para engañar a las personas y robarles información confidencial como contraseñas, números de tarjetas de crédito o débito y datos personales a través de mensajes de texto, correos electrónicos y sitios web falsos. Una vez que obtiene la información, la usan para cometer fraudes financieros, entre otros ilícitos.
DATOS
Entre las muchas estafas a través de esta modalidad, los cibernéticos escribían a contactos solicitando en algunos casos, dinero en efectivo, transferencias, envíos mediante Tigo Money. Otra forma era el cambio de dólares, ofrecían dólares a 24 lempiras, cuando en Honduras el valor ronda los 25 lempiras, cada uno. Trascendieron estafas por compra y venta de vehículos y entregas de maletas, en el sentido de que llamaban a personas haciéndose pasar por un familiar o conocido que se encuentra en Estados Unidos. Seguidamente pedían que por favor recibieran las maletas, computadoras, zapatos, celulares, cosas de marca que les mandaban. Luego se inventaban una historia que no podían mandarlas, pero que hicieran transferencias inmediatas para pagar en la aduana, pero todo era una mentira, pues las maletas no existían, por tanto, nunca le entregaban los “encargos”. De igual manera, otro tipo de estafas era mediante cheques sin fondos, incluso hacían compras hasta de 400 mil lempiras, en negocios de prestigio, y resulta que al final extendían un cheque sin fondos.