El funcionario resalta el papel para la economía del país de los más de 20 mil hondureños y hondureñas, que laboran en las grandes navieras internacionales y la mejora de los servicios de esa oficina para los aspirantes a trabajar en alta mar. Del mismo modo, el director de la Marina Mercante, Edgar Soriano, en su condición de historiador levantó una oleada de críticas cuando asumió ese cargo tradicionalmente ejercido por abogados, pero no por historiadores. Ha sido su ejecutoria y el tiempo, que se han encargado de desmontar algunos mitos sobre algunos temas tabúes del país. Nació en Cacautare, Pespire, donde se venden las semillas de marañón más ricas del sur, y responde esta entrevista por teléfono desde Madrid, donde anda en viaje de trabajo.
—¿Qué significa Cacautare?
Significa tierra del cacao. Es una comunidad con origen colonial, para el siglo XVII ya existía, podríamos decir que es una de las cunas de la danza del folclore nacional.
—¿Siempre va?
Claro, ahí viven mis padres, y ahí crecí, bajando mangos, nadando en el río y toda la cultura de la niñez en nuestros pueblos, hasta que me vine a estudiar a Tegucigalpa.
—¿Qué hace un historiador dirigiendo la Marina Mercante?
Esa misma pregunta me hicieron cuando me nombraron, pero invito a la gente que revise lo que hemos hecho en favor de los 20 mil marinos hondureños que navegan por el mundo y nos envían cinco mil millones de lempiras en divisas.
—¿Cómo está el abanderamiento de barcos?
El abanderamiento de barcos fue muy corrupto décadas atrás, en lo que va del año lo hemos mejorado en 230 por ciento y a partir del 24 de octubre vamos a ser auditados, por primera vez, por la Organización Marítima Internacional y estamos preparados para defender nuestra bandera.
—¿Cuáles son las acciones relevantes de su gestión que le sirva al marino o al usuario en general?
Bueno, hemos ampliado la cobertura en la formación, tenemos las escuelas de Omoa, La Ceiba y Tegucigalpa, pero abrimos tres espacios más en acuerdos con las alcaldías en El Cubulero, Alianza, Valle; en Roatán y el más reciente en la zona del Lago del Yojoa. Además, creamos el departamento del departamento de Embargue para defender los derechos del marino, evitar los cobros indebidos y abrir más ofertas laborales con las diferentes navieras.
Muchos marinos pagan sumas cuantiosas por embarcarse ¿Son legales estos pagos?
Eso es lo que estamos desalentando, empezamos pláticas con el Ministerio Público, sobre varias denuncias recibidas. Un marino no debe pagar para embarcarse, el cobro que le hagan es totalmente ilegal, quien paga es la naviera y le paga al intermediario, el embarcador.
—¿Qué debe hacer una persona que esté pensando embarcarse en este momento que lea esta entrevista?
Bueno, primero, ser mayor de 18 años, saber nadar, haber cursado el sexto grado y sacar los cursos de la Marina Mercante que tiene un costo de unos cinco mil lempiras, tres veces más bajos de la región.
—¿Se están enrolando mujeres?
Se está incentivando el trabajo de la mujer en el mar, por eso se creó el 18 de mayo como el día internacional para ellas, y hay toda una campaña nacional e internacional para abrirle oportunidades a las mujeres en el mar.
—¿Es Honduras un país atractivo para las navieras en mano de obra marítima?
Nosotros somos líderes en Centroamérica, tenemos los mejores marinos, superando, incluso, a Panamá, en el nivel de apoyo. Panamá nos supera en nivel universitario, pero la UNAH ya tiene un proyecto en San Lorenzo de una escuela sobre las Ciencias del Mar. Hay una universidad privada en SPS para formar marinos a nivel operacional en el barco, pero a nivel de apoyo, que es lo que nosotros formamos, somos el número uno de la región y el diez a nivel mundial.
—¿Cómo vigilan la explotación laboral a los marinos?
Es un tema bien difícil porque el marino anda en el barco, lejos, pero el convenio internacional obliga a respetar sus derechos comenzando por los rangos salariales, que van de los mil y hasta cinco mil dólares, dependiendo del puesto.
–A propósito de barcos, cuando el general Carías le declaró la guerra a Alemania en la II Guerra Mundial, ¿envió barcos?
Sí, fíjese que algunos barcos que operaban en las bananeras se desplazaron, de hecho, nuestro registro internacional empezó justo ahí, en 1943, y muchos hondureños fueron a participar en esa guerra.
—¿Estuvo Einstein en Amapala?
Eso se ha dicho, que aparece en un diario, pero es lo único que sabemos, probablmente, pasó, acuérdese que muchos barcos pasaban por el Pacífico hondureño.
—¿Tenemos salida libre en la bocana del Golfo de Fonseca?
Claro, en 1992, La Haya ordenó a los tres estados ponerse de acuerdo para que ese espacio sea de coexistencia. Con Nicaragua ya hay un acuerdo de compartir la bocana, lamentablemente, El Salvador no la acepta.
—¿El acuerdo de JOH con Ortega es favorable?
Claro que sí y por eso el Congreso Nacional lo ratificó, hace como seis meses. Es un gran avance porque significa un acuerdo con Nicaragua, pero se necesita que El Salvador acepte.
–A propósito de la fecha de este día, ¿nos descubrió Colón o es un mal enfoque histórico llamarlo así?
Por supuesto que no nos descubrió, quizá para los europeos, pero nosotros ya existíamos, incluso, los vikingos y los chinos habían venido por estos lados primero que Colón.
Aprovechando que usted es historiador aclárenos varios mitos sobre la historia de Honduras y los próceres, por ejemplo, ¿es cierto que Marco Aurelio Soto trasladó la capital de Comayagua a Tegucigalpa por conveniencia personal?
En parte sí porque él estaba vinculado a una élite económica fuerte de Tegucigalpa, por otro lado, desde un siglo antes, Tegucigalpa ya tenía un espíritu de progreso y exigía ser la capital por toda su historia.
—¿Celebró el Padre Trino el fusilamiento de Morazán o no fue en ese contexto?
Bueno, de eso no hay claridad, solo los relatos de algunos promorazanistas del siglo XIX, yo diría que es muy probable porque había un sector del clero que adversaba a Morazán y otro que lo apoyaba.
—¿Fue el presidente Juan Lindo el fundador de la UNAH o el Padre Trino?
Fíjese que el historiador Albany Flores publicó un libro, no hace mucho, en el que él considera que la universidad se funda durante el gobierno del presidente Coronado Chávez, anterior a Lindo, lo que pasa que el decreto se aprueba en el gobierno de Lindo, pero la universidad tenía un antecedente dos años antes, cuando un grupo de jóvenes fue a formarse a León, Nicaragua y le traen la idea al Padre Trino.
—¿Fue Morazán de izquierda?
En ese tiempo, los conceptos de izquierda y derecha no estaban tan definidos, acuérdese que izquierda y derecha nace con la Revolución Francesa, cuando al lado izquierdo se sentaban los sectores populares y al derecho, la nobleza, la élite tradicional; en el siglo XIX no hay claridad en las influencais que venían de Europa, pero sí sabemos que Morazán conoció mucho a los Jacobinos, que tenían una tendencia más hacia la izquierda, pero la definición concreta de la época era ser liberal.
—¿Con cuál versión sobre la muerte de Lempira se queda?
Soy del criterio que debemos conocer cómo vivió Lempira, no cómo murió. el relato documentado es que el encomendero Rodrigo Ruiz mató a Lempira en una lucha y le cortó la cabeza. Lo que debemos saber, pienso yo, es qué representa la figura de Lempira como defensor de su cultura y su tierra.
—¿Son válidas, en estos tiempos, todas esas acciones revisionistas sobre la conquista, como el perdón que exigió Lopez Obrador al Rey de España?
Yo diría que es válida, pero en el tema de derribar estatuas o las correciones históricas que exigen algunos líderes políticos estoy en desacuerdo porque la historia es la historia y nadie la puede cambiar. Lo que tenemos que hacer es construir una narrativa explicativa para interpretar los contextos, derribar una estatua es un acto simbólico, sin duda, pero eso no va a cambiar la historia, los personajes van a seguir existiendo.
—¿Es válido hablar de luchas de clases en estos tiempos?
La lucha de clases no pierde vigencia porque la sociedad son fuerzas en pugnas y siempre van haber contradicciones, creo que es bueno el debate civilizado y no es un tema del pasado.
—¿Es correcto que un historiador tenga partido político?
Mire, los seres humanos tenemos derecho a tener un criterio, pero la historia es un tema delicado. A mí me decía un profesor en España, que estudiar la historia es más peligroso que todo el poder atómico del mundo, porque usted no puede imponer una realidad al antojo, no es lo mismo una opinión política a la narración de la historia.
–Casi todos los historiadores hondureños son de izquierda ¿Por qué?
Hay de todos, como le decía, cada quien tiene un criterio personal, es un derecho humano.
—¿Usted en qué lado se ubica?
Soy progresista, tirado a la izquierda, creo en la justicia social, pero como historiador tengo que ver todas las aristas de la historia.
—¿Hay censura para los historiadores en Honduras?
No, hubo censura en los años 80, de ahí ha sido menos. Lo que hay es marginalidad para el escritor, el artista y el pensador en general. Honduras carece de una industria editorial y desde el poder no hay preocupación real.
ÉL ES…
Edgar Soriano Ortiz nació en Cacautare, Pespire, Choluteca, el 21 de julio 1979 donde cursó sus estudios primarios. Emigró a Tegucigalpa donde se recibió de Perito Mercantil y luego en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Posteriormente, cursó una licenciatura en Historia en la UNAH y estudios de postgrado en España.