Miami (EFE/AFP). Las muertes por Milton en Florida aumentan al menos a 16, varias de ellas debido a tornados ocurridos antes de la llegada del huracán, que ya se ha disipado en el Atlántico.
La cifra, según las cuentas que lleva CNN, se suman a al menos mil rescates hechos por los cuerpos de socorro hasta anoche.
Sin embargo, el gobernador del Estado, Ron DeSantis, dijo hoy también que el número de víctimas mortales puede aumentar a medida que prosiguen las operaciones de rescate.
Hasta el momento se han confirmado al menos seis muertes en el condado de St. Lucie, en la costa este de Florida, donde tocaron tierra «tornados de giro rápido» antes de la llegada de Milton.
Según las autoridades, varias de estas víctimas fallecieron después de que tornados provocados por Milton azotaran la zona el miércoles en la tarde y tocaran tierra en la comunidad de personas mayores Spanish Lakes Country Village, ubicada en el norte de Fort Pierce.
El alguacil del condado de Volusia, Michael J. Chitwood, confirmó la muerte de otras tres personas en esa región del este del Estado.
Otras dos muertes se presentaron en St. Petersburg, en la costa oeste de Florida, donde llegó Milton la noche del miércoles.
El huracán tocó tierra la noche del miércoles en Siesta Key, cerca de la ciudad de Sarasota, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora, es decir con categoría 3.
Milton es el segundo huracán que alcanza Florida en casi dos semanas, tras recibir el pasado 26 de septiembre el impacto del poderoso huracán Helene, que entró por el noroeste de este Estado con categoría 4 y dejó una estela de devastación y muerte por seis estados del sureste de EE. UU.
Casi 2.5 millones de casas y empresas permanecían sin electricidad, y algunas zonas devastadas por la tormenta, entre el Golfo de México y el océano Atlántico, seguían inundadas.
«Expertos estiman (…) que causó daños por valor de unos 50000 millones de dólares», declaró a los periodistas el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, quien aseguró que visitará la Florida el domingo.
En Siesta Key, una hermosa isla barrera cerca de Sarasota donde la tormenta tocó tierra, Milton dejó un paisaje desolador: algunas calles seguían inundadas el viernes, con árboles caídos y escombros que quedaron esparcidos al azar en los bordes de las carreteras.
«Es simplemente terrible», dijo John Maloney, de 61 años, propietario de una empresa de remodelación inmobiliaria, mientras retiraba ramas de árboles de una casa junto al mar en la que estaba trabajando. «Pero creo que volveremos a reconstruir».
Y Mark Horner, un residente de 67 años, se mostró optimista. «Nuestro paraíso volverá», dijo a AFP.
La tormenta derribó tendidos eléctricos, destrozó el techo del estadio de béisbol de Tampa e inundó viviendas, pero Florida pudo evitar el nivel de devastación catastrófica que temían las autoridades.
Las operaciones de búsqueda continuaban el viernes, y la Guardia Costera informó del espectacular rescate de un capitán de barco que aguantó la tormenta aferrado a una nevera en el Golfo de México.
«Este hombre sobrevivió en un escenario de pesadilla incluso para el marino más experimentado», dijo en un comunicado Dana Grady, jefe del centro de mando del Sector San Petersburgo de la Guardia Costera de Estados Unidos.