Siguiendo este reclamo –para mí, absurdo, y más populista que otra cosa-, de un ex presidente y de su sucesor, de repente, y lo digo en tono irónico, contagia como un virus a los jefes de Estado de todos los países del resto de América que fueron conquistados y colonizados por orden del reino de España. Y por extensión, siguiendo este descabellado propósito, bien podría ser que también la solicitud del perdón pueda darse en otras latitudes del universo donde acontecieron por igual, estas conquistas. O bien acontecimientos políticos, sociales y económicos que marcaron a sangre y fuego, las vidas de sus pobladores.
Veamos, algunos otros significativos ejemplos: (1) El jefe de Estado de Italia, Sergio Mattarella, pidiendo perdón al Papa Francisco, al clero en general y a los jefes de Estado de aquellos países de vocación católica que tienen relaciones diplomáticas con El Vaticano, por la persecución a los cristianos en el Imperio Romano. (2) El jefe de Estado alemán, Frank-Walter Steinmeier, ofreciendo disculpas a los pueblos de Europa que fueron ocupados o conquistados durante la Segunda Guerra Mundial, como parte de la política expansionista del nacionalsocialismo encabezado por Adolf Hitler. Y no digamos el perdón a Israel por las monstruosidades que se dieron en los campos de concentración contra los judíos.
(3) En este mismo orden de cosas, el rey Carlos III de Inglaterra, bien pudiera ofrecer disculpas, por la dominación colonial ejercida por ejemplo en la India, considerada la Joya de la Corona Británica, o en Sudáfrica. (4) Emmanuel Macron, presidente de Francia, siguiendo aquél “modelo” de reclamo pudiera pedir perdón, por las conquistas realizadas por Napoleón Bonaparte de Egipto, Bélgica, Holanda, gran parte de Italia, Austria, gran parte de Alemania, Polonia y España. Sin olvidar, por otro lado, que Francia es uno de los países europeos que ha tenido un gran impacto en la historia colonial del mundo. Así, durante los siglos XVIII y XIX, Francia estableció su presencia en diversas regiones de Asia, África y América del Norte.
5) Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, entonces debería pedir perdón por las conquistas del imperio otomano, que controlaba una vasta parte del sureste europeo, de Oriente Próximo y del norte de África, y parte de Europa Central y Oriental. Y (6) Joe Biden, debería pedir perdón a Japón por el horror desatado por orden del presidente Harry S. Truman al lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Definitivamente, hay gente que está tan embriagada en sus ideas de una izquierda “progresista” que pierde la perspectiva de la historia, acaso como un karma reencarnado. Bien cabe aquí una frase icónica atribuida erróneamente a Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, puesta en una viñeta de la caricatura “Mafalda”, que por la estupidez humana dice: “¡Paren el mundo, que me quiero bajar!”.
J.J. Pérez López
Bo. El Manchén.
Tegucigalpa, M.D.C.