El primer ministro en funciones de Bélgica, Alexander de Croo, anunció este jueves que pedirá una entrevista con el nuncio apostólico tras las polémicas declaraciones del papa Francisco sobre el aborto durante su reciente visita a Bélgica.
«Mi mensaje será claro. Lo que ha ocurrido es inaceptable», dijo De Croo en una sesión en el Parlamento federal belga.
En el marco de esa visita, en el avión que le llevaba de vuelta al Vaticano, el papa se refirió al aborto con términos que han chocado en Bélgica, donde la interrupción voluntaria del embarazo es legal hasta la semana 12 de gestación.
«Un aborto es un homicidio (…). Se mata a un ser humano y los médicos que se prestan a esto son, permitidme la palabra, son sicarios» y «sobre esto no se puede discutir, pues se asesina una vida humana», declaró.
En una visita fuera de programa a la cripta real, bajo la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, el papa se detuvo frente a la tumba del rey Balduino, fallecido en 1993, y alabó su «valentía» al optar por «abandonar su puesto de rey para no firmar una ley asesina», en referencia a que renunció tres días al trono para no firmar la ley del aborto en 1990.
La Casa Real belga aclaró después en un comunicado que los reyes Felipe y Matilde le habían acompañado «por cortesía», mientras el Centro de Acción Secular (CAL) calificó las palabras de Francisco de «sorprendentes» y las interpretó como una «provocación».
El papa dijo también que al llegar a Roma iniciaría los trámites para el proceso de beatificación de Balduino. EFE