Las lluvias copiosas de las últimas semanas han provocado enormes pozas, deslaves e infinidad de baches a lo largo del trayecto de unos 13 kilómetros, a partir de la aldea de El Hatillo, con excepción de algunos tramos pavimentados.
Tampoco se miran nuevos tramos en construcción y maquinaria de mantenimiento en el trayecto de tierra, ni del gobierno central, la alcaldía capitalina o la fundación que maneja el parque desde 1993.
Algunos pobladores tienen que caminar largas distancias buscando el transporte público, ya que los autobuses no están llegando a sus sitios de costumbre por temor a quedarse atascados. Tampoco circulan mototaxis como en otras zonas turísticas de los alrededores de la capital.
DESTINO TURÍSTICO
En esta semana del feriadón Morazánico, “La Tigra” es una opción para los capitalinos amantes del turismo ecológico, debido a su belleza escénica y su clima de sus casi dos mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Además, el parque por sí solo ofrece una grata recreación con sus senderos boscosos, llenos de biodiversidad. La entrada al parque tiene un valor de 100 lempiras por persona con derecho a caminar por todo el parque. El dinero lo maneja dicha fundación para el sostén y cuidado del bosque y las fuentes de agua que suministran el 30 por ciento del vital líquido que consumen los capitalinos.
A esto se suma la enorme variedad de cultivos de hortalizas en las aldeas aledañas, lo que significa el sostén cotidiano para miles de familias y otro atractivo del turismo rural.
Sin necesidad de subir al parque, la simple visita a la zona puede ser suficiente, ya que todo el trayecto está rodeado de vistas espectaculares, montañas de pino y cultivos de todo tipo en las laderas.
Los visitantes pueden comprar o simplemente fotografiar los cultivos de maíz, tomates, flores, cerezas y las famosas guayabas japonesas, una fruta típica de la zona. También hay locales para comer y degustar un café bien calientito enmedio de un fresco verdor. (EG)