Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. El Día Nacional de la Biblia se celebra en Honduras el último domingo de septiembre. Esta celebración fue instituida en forma oficial por el Congreso de la República en 1988. La moción fue presentada por Glen Solomon, que en ese tiempo era diputado por el departamento de Islas de la Bahía. “Decreto número 157-87. Resolución número 333-87. Julio 1987. Rumualdo Bueso Peñalba. Después de los considerandos de estilo: Por tanto, Decreta: Artículo 1. Declarar el último domingo de septiembre de cada año como Día Nacional de la Biblia. Artículo 2. El presente Decreto entrará en vigencia inmediatamente después de su publicación en el Diario Oficial La Gaceta. Héctor Orlando Gómez Cisneros.
Por muchos siglos la Biblia fue un libro prohibido para el pueblo. Solo la Iglesia católica era depositaria de los libros sagrados. A raíz de la Reforma en 1517, la Biblia se convirtió en el principal referente de la fe. El 28 de septiembre de 1569 Casiodoro de Reina, con unos 49 años de edad, publicó en Basilea (Suiza) la Biblia del Oso, la primera traducción completa de la Biblia al castellano. Lo hizo sin mencionar al traductor ni el lugar de impresión. Posteriormente, en 1602, su compañero de huida desde el monasterio de San Isidoro del Campo, Cipriano de Valera, publicó la primera revisión de la traducción de Casiodoro de Reina, la llamada Biblia del Cántaro. Las revisiones posteriores llegaron a conocerse como Reina-Valera por sus apellidos.
Antonio Muñoz Molina, académico de la Real Academia Española, definió la Biblia del Oso como la “obra maestra escondida” y preguntaba, ¿qué habría sido la literatura en inglés sin King James Bible? Gran parte de la literatura inglesa no existiría. Lo mismo ocurriría con el idioma castellano sin la Biblia del Oso. ¿Estaría usted dispuesto a tener una vida en constante huida por querer traducir la Biblia al castellano por primera vez? Reina y sus colaboradores lo hicieron.
Sobre la importancia de la Biblia, San Agustín dijo: “Cuanto es más pobre el hombre de su propio fondo, más debe enriquecerse en estas fuentes sagradas… para todas las enfermedades del alma proporciona la Sagrada Escritura, un remedio. Ama las Sagradas Escrituras y te amará la sabiduría”. La Biblia es para mí el libro. No veo cómo alguien puede vivir sin ella (Gabriela Mistral). La lectura de la Biblia echo los cimientos de la educación popular que ha cambiado la faz de las naciones (Domingo Faustino Sarmiento). Creo que la Biblia es el mejor don que Dios jamás haya dado a los hombres. Todo el bien que emana del Salvador del mundo se nos comunica a través de este libro (Abraham Lincoln). Aquí le dejo la Biblia que la he leído todas las mañanas para revestirme de paciencia y de virtudes cristianas (Galo Plaza Lasso, presidente Ecuador). Es imposible gobernar una nación, sin Dios y sin una Biblia (Jorge Washington, primer presidente de Estados Unidos.
¿Por qué tardó tanto la Iglesia católica en reconocer la importancia del cambio de liturgia y permitir que la Biblia llegara a los hogares de sus feligreses? Cuando Cristo es el centro y corazón de la Biblia.
El Concilio Vaticano II fue el vigésimo primer concilio ecuménico de la Iglesia católica, que tenía por objeto principal la relación entre la Iglesia y el mundo moderno. Fue convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció el 25 de enero de 1959. Fue uno de los acontecimientos históricos que marcaron el siglo XX (Wikipedia). Este concilio trató principalmente sobre la constitución de la Iglesia, la Sagrada Escritura, la liturgia para que fuera más accesible al pueblo y la libertad religiosa, para evitar la propagación del catolicismo mediante la fuerza o la falta de respeto a la conciencia individual.
El doctor en Teología Emilio Antonio Núñez, durante una ponencia presentada en el Primer Congreso Latinoamericano de Evangelización en Bogotá, Colombia, noviembre de 1959, destacó en su disertación: “La posición de la Iglesia frente Aggiornamento, expresando: “El tema que nos ocupa se impone. Si mentalidades seculares han seguido con gran interés el proceso de renovación iniciado por Juan XXIII en la Iglesia católica Romana, no es de extrañar que nosotros, cristianos evangélicos, le demos atención cuidadosa a este fenómeno socio religioso de nuestro tiempo”.
Según el doctor Núñez, en aquel momento histórico, el Concilio Vaticano II marcó una profunda línea divisoria entre la “iglesia preconciliar” y la “iglesia postconciliar”. Desde aquel entonces los católicos tienen acceso a una mayor participación en la liturgia de la Iglesia. Para beneficio de ellos se dice la misa en el lenguaje del pueblo, y en este idioma se lee también la Palabra de Dios durante el culto eucarístico.
Sin lugar a dudas, la Iglesia romana a partir de entonces se despojó de sus vestimentas medievales y se puso a tono con la era moderna. No son muchos los católicos y evangélicos que conocen a profundidad los decretos del Concilio Vaticano II. Juan XXIII señaló al Segundo Concilio Vaticano, como la senda a seguir en la renovación de la Iglesia cuando dijo: “Una cosa es la sustancia de la antigua doctrina del depósito de la fe y otra el modo de anunciarla”.
Hoy es el Día Nacional de la Biblia, motivo de celebración para proclamar el mensaje eterno de salvación y expresar unidos: Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino. La exposición de tus palabras alumbra, hace entender a los simples.
Fuentes: Wikipedia. La Iglesia evangélica frente al nuevo catolicismo, Emilio Antonio Núñez.