A FRANCISCO MORAZAN

¡In memorian!

(A la ciudad de Tegucigalpa, cuna del caudillo)

Te traigo las flores frescas
de tus nativos vergeles
y en guirnaldas de laureles,
mis nacionales colores¡
Que ondulen a los clamores
del popular sentimiento,
y ante el marcial monumento
en que Honduras te venera
tu bandera y mi bandera
unidas floten al viento!

Y de América inmortal
de Cuauhtémoc y Atahualpa,
¡Héroe de Tegucigalpa!
oye la marcha triunfal.
vibra al pie del pedestal
de tu olímpica figura,
entona “¡Hossana!” en la altura
al nombre de Morazán,
y en erupción de volcán
abrillante tu escultura.

Al “Excélsior” se enardece
la estatua que creó el cincel,
y hasta el inmóvil corcel
encabritarse parece!
Apoteosis resplandece
en los cívicos altares,
y recogen los pinares
de la patria de Lempira
el son de la humilde lira
de un compatriota de Juárez!

Del que, soldado y cantor,
canta hoy, Honduras, la gloria
del semi-Dios de tu historia,
de tu ilustre Redentor!
Del mártir, que en un Tabor
transfiguró su calvario,
del Paladín legendario
cuya efigie soberana
con mi espada mexicana
saludo en su aniversario.
¿Quién ha dicho que murió?
¿Cómo en polvo se convierte
el que al morir con su muerte
su vida inmortalizó?
Por siempre a vivir entró
de la Historia en el recinto,
que al rodar, en sangre tinto,
sobre el cadalso glorioso,
se alzó de nuevo el coloso
en un bronce de Corinto!

Y el patíbulo fue altar,
donde el sol, gigante cívico,
iluminó del martirio
el tremendo agonizar!
¡morir y resucitar
para nunca más morir!
En vez de hundirte, subir
a inmensurables alturas,
es, ¡Santo Cristo de Honduras!
eternamente vivir!

Y tú, ciudad elegida
por el destino halagüeño
para que el Gran Hondureño
viera la luz de la vida,
Tegucigalpa querida
que tuviste la fortuna
de ser la histórica cuna
del insigne Morazán,
honra a tu Gran Capitán
en tu cívica tribuna.!

Yo en ella dejo las flores
de tus fértiles vergeles,
y en guirnalda de laureles
mis enseñas tricolores!
Y en los recuerdos mejores
del mexicano cantor,
quedará siempre el honor
de poeta y de soldado,
de admirar y haber cantado
a tu ilustre redentor!

Mayor J.M. Gutiérrez Zamora
Cónsul General de México
Tegucigalpa, 3 de octubre de 1901.

Notas:
1.- Fuente: Diario Tiempo. Director: Froylan Turcios. Tegucigalpa. Año II. Número 670 del 3 de octubre de 1906.

2.- En antologías poéticas sobre el Benemérito ciudadano José Francisco Morazán Quesada, 1792-1842, no ha sido publicado este poema.

3.- José Manuel Gutiérrez Zamora, cónsul General de México en Tegucigalpa, 1899-1912. Un promotor cultural en Tegucigalpa. Presidente del Comité de Fiestas Cervantinas en 1906, impulsor de un teatro nacional en el sitio La Isla. Patrocinó el envió de estudiantes hondureños al Colegio de Chapultepec.

Compilado por Ismael Zepeda Ordóñez.
Historiador. Tegucigalpa, 2024

A FRANCISCO MORAZAN EN EL ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
“GLORIA IN AETERNUM”
Para el pueblo hondureño, y en su representación para el señor General don Manuel Bonilla, Presidente de la República.

Despliega, canto heroico,
tus alas refulgentes;
prorrumpe, trompa épica,
en notas estridentes;
inspiración pindárica
estalla en huracán!

Y en homenaje expléndido
al paladín de Honduras,
tended el vuelo rápido
del cielo a las alturas,
cantando al Gran Repúblico
Francisco Morazán!

Si de la lira homérica
tuviera la cadencia
y del sin par Demóstenes
la férvida elocuencia,
el trovador de México
que aquí se atreve a hablar.

Aun se juzgará ¡mísero!
Indigno del empeño
de consagrar sus canticos
al mártir hondureño
que tiene en Centro América
en todo templo altar!

Pero su gloria escudete,
¡oh débil oficiante!
y eleva la hostia mística
del canto resonante,
al sol de la apoteosis
del Cristo en el Tabor!

Transfiguróse el Gólgota
del popular patricio
en alta, excelsa cúspide,
que presenció el suplicio
del que aureolado en púrpura
ungióse Redentor!

Y hoy su figura olímpica
en bronce eternizada,
surje en las Plazas públicas,
con la fulmínea espada
que fue relámpago
de ruda tempestad!

Y al resplandor eléctrico
del vencedor acero,
sigue al caudillo impávido
en masa, un pueblo entero,
con voces estentóreas
gritando ¡Libertad!

Así el despojo fúnebre
del hombre extraordinario,
en lapidas corintias
y en mármol estatuario,
contempla, como un símbolo,
el pueblo liberal!

Y en ella las magnificas
Montañas hondureñas,
ceñidas de sus plátanos,
orladas con sus breñas,
besadas por sus céfiros
bajo el azul dosel!

Cultivan entre lánguidos
palmares rumorosos,
los elegantes arboles
amor de victoriosos,
las hojas verdiáureas
del épico laurel!

Con ellas las artísticas
guirnaldas de la gloria,
las hondureñas vírgenes
al Prócer de su Honduras
con gratitud patriótica
entretejiendo están.

Y ante su altar llegándose
de santa emoción llenas,
de sus labios purísimos
y de sus almas buenas
se exhala el “IN EXCELSUS”
al Héroe Morazán!

Al gigantesco milite
modelo de civismo,
apóstol y demócrata
de indómito heroísmo
y de virtudes máximas
suprema encarnación!

Al Hombre-Pueblo ínclito,
destrozador de yugos,
merecedor de hipérboles
de Píndaros y de Hugos
de canticos titánicos
de liras de aquilón.

Que al púgil benemérito
de la hondureña tierra,
que fue terror de déspotas
y rayo de la guerra
y entre tinieblas lóbregas
esplendorosa luz.

Le digan “Cristo, victima
de parricidas manos
de la facción sacrílega
de sórdidos tiranos
que te enclavó, cadáver,
en tu envidiable cruz
“Escucha las antífonas
que en tu loor entonan,
en cálidos versículos,
tus pueblos que coronan
con sus laureles fúlgidos
tu frente de inmortal!

Y eternamente ciérnete,
en alas de la fama,
en el cielo lumínico
de Honduras, que te aclama
con las notas armónicas
del Himno Nacional!

Culmine siempre incólume
tu regio mausoleo
hable tu gloria póstuma,
y calle ya el pigmeo
que en nombre de su México
cantar osó al titán.

Porque su voz apágase
entre el inmenso coro,
que los bardos de América
alzan, con liras de oro,
al hondureño mártir
¡Francisco Morazán!

Tegucigalpa, 3 de octubre de 1906.
MAYOR J.M. GUTIERREZ ZAMORA
Cónsul General de México.

Notas:
1.- Fuente: Diario Tiempo. Director: Froylan Turcios. Tegucigalpa. Año II. Número 672 del 6 de octubre de 1906.

2.- En antologías poéticas sobre el Benemérito ciudadano José Francisco Morazán Quesada, 1792-1842, no ha sido publicado este poema.

3.- José Manuel Gutiérrez Zamora, cónsul General de México en Tegucigalpa, 1899-1912. Un promotor cultural en Tegucigalpa. Presidente del Comité de Fiestas Cervantinas en 1906, impulsor de un teatro nacional en el sitio La Isla. Patrocinó el envió de estudiantes hondureños al Colegio de Chapultepec.

Recopilado por Ismael Zepeda Ordóñez.
Historiador, Tegucigalpa 2024.

 

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