La Policía australiana arrestó este miércoles al creador de la aplicación de comunicación encriptada ‘Ghost’, que es usada por redes criminales de varios países, en un amplio operativo internacional que dejó otros 38 detenidos en Australia.
Además de en el país oceánico, también se han producido redadas en el marco de este operativo en Canadá, Irlanda, Italia y Suecia, recoge hoy en un comunicado la Policía Federal de Australia.
El creador y administrador del programa ‘Ghost’, de 32 años, fue detenido en su residencia de Sídney y comparecerá hoy ante un tribunal de justicia para ser acusado de varios delitos, en ellos apoyo a organización criminal.
Conforme a la investigación policial, el acusado creó ‘Ghost’ hace nueve años y desde entonces ha vendido el programa «a delincuentes de todo el mundo», entre ellos grupos del crimen organizado italianos, surcoreanos y de Oriente Medio.
La aplicación, instalada en teléfonos inteligentes y cuya suscripción por seis meses costaba 2.350 dólares australianos (unos 1.600 dólares estadounidenses o casi 1.430 euros), era usada para delitos como tráfico de droga, blanqueo de dinero, ordenar asesinatos o amenazas con violencia, apunta la Policía.
«En los últimos dos días, alrededor de 700 miembros de la Policía Federal han ejecutado órdenes de registro a lo largo de cuatro estados (australianos) para arrestar a quienes han utilizado la plataforma de comunicaciones encriptada llamada ‘Ghost'», apuntó el comisionado adjunto de la Policía Federal, Ian McCartney.
La Policía australiana, que logró infiltrarse en el programa y gracias a ello intervenir en 50 delitos de amenazas, estima que en la actualidad hay más de 375 dispositivos activos con este programa encriptado solo en Australia.
Las autoridades del país oceánico, que en este operativo se incautaron también de 205 kilogramos de droga, 25 armas de fuego y 1,2 millones de dólares australianos, esperan realizar más detenciones en los próximos días.
Por su parte, la directora de Europol, Catherine De Bolle, señaló en el mismo comunicado el éxito de este operativo para desmantelar el programa usado por sindicatos criminales y donde han participado fuerzas de seguridad de nueve países.
«Hoy hemos dejado claro que, por muy ocultas que se crean las redes delictivas, no pueden eludir nuestro esfuerzo colectivo», remarcó De Bolle. EFE
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