El conflicto palestino-israelí es actualmente «el mayor problema internacional», afirmó este lunes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que responsabilizó una vez más a Estados Unidos de «incumplir sus promesas» para detener el derramamiento de sangre en la franja de Gaza.
«No podemos desatender este tema en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ya que realmente se trata del mayor problema internacional a día de hoy. Aunque haya quien trate de presentarlo esto de forma diferente», afirmó en rueda de prensa junto a su homólogo egipcio, Badr Abdelaty.
El jefe de la diplomacia rusa denunció que «ninguna de las promesas de EEUU se cumplió», pero «esto no significa que debamos cesar en nuestro empeño».
«Si la mediación que lleva activamente a cabo Egipto junto a otros países árabes conduce al algún resultado, solo podremos alegrarnos», indicó, al destacar que Rusia «saluda cualquier paso dirigido a detener lo antes posible el derramamiento de sangre, garantizar un cese al fuego permanente y estable».
Lavrov añadió que Rusia también trabaja en este sentido en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero «todo el problema radica en que EEUU no permite el avance de cualquier solución que suponga de modo serio lo que todos quieren, el derramamiento de sangre».
Lamentó que la última resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU con llamados al cese el fuego en la franja de Gaza «quedó en papel mojado».
Asimismo, el ministro indicó que en cuanto se logre un cese el fuego en Gaza «será necesario implementar inmediatamente el suministro de cargas humanitarias, ya que la situación humanitaria en la franja de Gaza es catastrófica, y de hecho en Cisjordania la situación no es mucho mejor».
«Lo más importante es que este conflicto no se congele nuevamente, es necesario obligar a todos los que se oponen a cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU sobre la creación del estado palestino. Se trata de una tarea muy compleja», subrayó.
La guerra en Gaza, que comenzó hace ya más de once meses, costó la vida hasta el momento a más de 41.200 personas, según denunció la víspera el Ministerio de Sanidad de este enclave, donde la cifra de desplazados supera los dos millones. EFE