Ismael Zepeda Ordóñez
La organización y funcionamiento del Archivo Nacional se ha atribuido casi exclusivamente al presbítero y Licenciado Antonio R. Vallejo como parte de un programa de nación de la Reforma Liberal, impulsado por Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa, 1876-1883. El discurso, agosto de 1880, de Rosa “Conciencia del pasado” es parte esencial del proyecto político de Estado Nación en el contexto de la primera globalidad. Sin desconocer los aportes historiográficos de Vallejo, (Zepeda, 2014) también es importante señalar que cuando el Estado de Honduras se separó de la República Federal en 1838, los gobiernos, en medio de la incertidumbre política, asumieron sus funciones conforme a la Constitución de 1839. Las iniciativas por darle la estructura jurídica al Estado de Honduras como leyes administrativas, presupuesto, organización departamental y municipal, son parte de ese entusiasmo de las autoridades separatistas. Y, además, se inició la reconstrucción de los archivos gubernamentales en cada secretaria. En la revisión
documental de los sueldos del Poder Ejecutivo, periodo 1839-1877, encontramos la figura de “Archivero General del Gobierno”; destacándose a Antonio Camucci, Carlos Bustillo, José María Montes, Victoriano Cerrato, Miguel Carranza y Anacleto Meléndez, entre otros. Estos funcionarios tuvieron antes que Vallejo la responsabilidad de organizar y custodiar los fondos documentales del Estado de Honduras. Para demostrar los antecedentes sobre el archivo, transcribo un documento que nos brinda la oportunidad de justificar que la obra monumental del Archivo Nacional de Honduras no fue obra exclusiva de Vallejo, sino de varias personas en el transcurso del tiempo que emplearon su energía, tiempo e inteligencia para darle al Estado las herramientas documentales para respaldar sus reclamos por indemnizaciones, cortes de madera, empréstitos, límites fronterizos, defensa, tratados y convenciones suscritas de manera bilateral y multilateral:
“Un sello del Estado. Casa de Gobierno. Comayagua, junio 17 de 1851.
Señor General Presidente. Los suscritos, cumpliendo con vuestro acuerdo de 23 próximo anterior, en que se lee previno pasasen en persona a reconocer los estados del arreglo del archivo, y que informasen a continuación, exponen lo siguiente:
Para el arreglo del indicado archivo formó el señor Antonio Camucci tres libros manuales con sus correspondientes separaciones, que comienzan desde el año 32 (1832) hasta el de cincuenta (1850) el de Relaciones; el de Hacienda desde el de 33 (1833) hasta el de cincuenta,(1850), y el de Guerra desde 39 (1839) hasta cincuenta (1850). En ellos están apuntados con sus correspondientes números todos los legajos de cada año, expresándose en cada uno de ellos los documentos que contienen, por manera que este arreglo facilita mucho el registro de cualquier documento que se solicite. También informan que los años de 49 y 50, (1849-1850), pertenecientes al Ministerio de Relaciones están en el suelo por la falta de estantes, lo mismo que el de 48 (1848) del ramo de Hacienda, y es muy conveniente se manden fabricar dichos estantes para el completo arreglo del archivo general.
Esto es cuanto informan, para que el Señor Presidente se digne determinar lo que convenga, y al hacerlo tienen el honor de protestarle sus respeto y consideraciones. D. U. L. (Dios, Unión, Libertad) (f) F. Moncada. A. Flores”
En 1853, el Archivero General Camucci informa que ha encontrado todos los tratados suscritos entre Honduras y El Salvador entre 1839 hasta 1853. Esto evidencia que las actividades de los archiveros fueron reconocidos y respaldados por las autoridades para fortalecer los mecanismos de identidad y memoria histórica.
Tegucigalpa, MDC, septiembre 2024.