El Tratado de Extradición con los Estados Unidos ha sido un útil y necesario instrumento jurídico en el combate que se libra contra el crimen organizado y el narcotráfico. Particularmente, y es una vergüenza decirlo, porque las instituciones hondureñas que deberían estar al servicio de la investigación y la aplicación de la justicia, han brillado por su ausencia y la complicidad con los infractores comprendidos en este tipo de delitos.
De tal forma, que, para cubrir la ceguera e inoperancia de aquellos órganos confabulados con los otros poderes del Estado, tiene que venir la autoridad extranjera a llevarse y juzgar en sus tribunales a todos aquellos que tengan cuentas pendientes con la justicia de su país, mientras que en Honduras o no han sido tocados ni con el pétalo de un rosa, o bien se les ha extendido cartas de libertad suficientes para que sigan haciendo de las suyas. Por la misma razón, se pide la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH).
Fue así, que, como promesa de campaña política, este gobierno ofreció entre otras bondades, el combate frontal al crimen organizado y el narcotráfico, así como también la pronta venida de la CICIH. Todos aplaudimos y confiamos que así sería. Y ahora resulta, que la venida de dicha comisión de las Naciones Unidas está en los cuernos de la luna, pues también les contará las costillas a los funcionarios de su partido que violen las leyes. Y lo más reciente, piden la denuncia de aquel Tratado de Extradición aduciendo un pretexto inverosímil y absurdo.
En el fondo, todo apunta a que hay gente importante de esta administración, sobre todo allegada a casa de gobierno, que suenan como candidatos serios para ser llevados ante los tribunales estadounidenses. Un fallecido presentador de radio y televisión habló en su momento de involucrados en la pista del aguacate. Lo mismo que un Cachiro en una corte norteamericana. También la prensa informó de una misteriosa avioneta que aterrizó y desapareció de incógnito en el Aeropuerto Toncontín en 2006. Hoy se suma un video que data de 2013 y que deja constancia de una reunión de cuestionados políticos con señores vinculados con el tema de la droga. Más la expectativa que genera a quien o quienes pueda quemar un ex diputado que acaba de declararse culpable de narcotráfico en una corte de Nueva York.
Y no menos suspicacia levantó, esa visita del jefe del Estado Mayor Conjunto, y del hasta hace muy poco ministro de Defensa de Honduras, a su par venezolano, considerado por el Departamento de Justicia, miembro del Cártel de los Soles. ¿Represalias de los Estados Unidos por la denuncia del tratado? Habrá que esperar a la toma de posesión del nuevo gobierno estadounidense. Pero sí podrían contemplarse restricciones a la inmigración, el tema de las remesas, la cuenta del milenio, suspensión de visas y otras ayudas adicionales, tomando en cuenta que los Estados Unidos son el principal socio comercial de Honduras.
J.J. Pérez López.
Barrio El Manchén. Tegucigalpa, M.D.C.