Honduras y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se proponen alejar a niños y jóvenes de la violencia que azota al país, donde se registran a diario una media de diez muertes, a través del arte y el deporte, además de potenciar sus habilidades y crear oportunidades para un futuro prometedor.
La Secretaría de Seguridad de Honduras y el PNUD, con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas para Asuntos de Desarme, impulsan la campaña ‘Sin armas, más paz’, un proyecto orientado a promover el deporte y el arte entre jóvenes de entre 12 y 30 años.
El representante del PNUD en Tegucigalpa, Richard Barathe, declaró este martes a EFE que el proyecto tiene como finalidad «prevenir la violencia y el uso de armas» entre los jóvenes, en un país donde el 79 % de los homicidios se cometen con armas de fuego.
La iniciativa está diseñada para beneficiar a jóvenes en situación de vulnerabilidad que viven en comunidades con un alto riesgo de exclusión social y afectadas por la violencia, la cual las autoridades atribuyen en gran medida al crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas, conocidas como “maras”.
Barathe también mencionó que el 50 % de los homicidios en Honduras corresponden a jóvenes entre 12 y 30 años, destacando que el país enfrenta un desafío «muy grande» en materia de seguridad, aunque reconoce «avances importantes» en la reducción de muertes violentas.
No obstante, lamenta que Honduras sigue teniendo «una de las estadísticas más altas» de muertes violentas en la región, con más de 34 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Actores multiplicadores de una cultura de paz
La iniciativa también intenta convertir a los jóvenes en ‘actores multiplicadores’ de una cultura de paz a través del deporte, por lo que el PNUD prepará un torneo de baloncesto y de fútbol a partir del 20 de septiembre, que contará con la participación de al menos 80 equipos.
Es fundamental crear «un ambiente favorable» para generar oportunidades para los jóvenes en Honduras, destacó Barathe, que enfatizó la importancia de retener a esta población en las escuelas, crear empleos juveniles, dinamizar espacios públicos y promover el deporte, así como otras actividades orientadas a prevenir la violencia.
Tres de cada cuatro jóvenes en Honduras no estudian ni trabajan, lo que los convierte en «presa fácil» para el crimen organizado o las pandillas, según el PNUD, que defiende la campaña ‘Sin armas, más paz’ como un mecanismo para mejorar el futuro de este segmento de la población.
La difícil situación económica y las dinámicas migratorias han provocado «fracturas en los núcleos familiares», lo que a veces dificulta la transmisión de valores desde una edad temprana, por ello, el representante del PNUD considera crucial apostar por la educación, como el «factor más transformador» de una sociedad.
Política de prevención y seguridad ciudadana
Barathe subrayó la importancia de «trabajar de manera holística» para crear un entorno propicio para la inversión que permita generar empleos de mayor valor agregado y asegurar que el talento humano, que ha desarrollado habilidades y competencias, no migre, sino que encuentre oportunidades y un futuro prometedor en Honduras.
Además, destacó la relevancia de fortalecer los tres «grandes pilares del Estado: justicia, seguridad y democracia», para crear «condiciones de inversión y de oportunidad» para toda la población, especialmente para la juventud.
En su opinión, es necesario promover y construir «una política de prevención y seguridad ciudadana» en Honduras, donde el crimen organizado es responsable de al menos la mitad de los homicidios.
Las autoridades hondureñas y el PNUD lanzarán en las próximas semanas la campaña ‘Desarmados y educados’, destinada a sensibilizar a niños menores de 12 años sobre la importancia de fomentar una cultura de paz y prevenir la violencia.
Esta iniciativa tendrá el apoyo de la ONG hondureña Jóvenes Contra la Violencia, una organización comprometida con transformar la vida de niños y adolescentes que han sido desplazados forzosamente por la criminalidad o reclutados por las pandillas. EFE