Catar, uno de los principales mediadores en la guerra de la Franja de Gaza, afirmó este martes que la decisión del Reino Unido de suspender algunas licencias de exportación de armas a Israel supone un «apoyo» a los esfuerzos para poner fin al conflicto en el castigado enclave palestino.
«Esta decisión apoya los esfuerzos actuales para poner fin a la guerra en la Franja», dijo el Ministerio de Exteriores catarí en un comunicado, en el que celebró la medida anunciada ayer por Londres e indicó que representa «un paso importante para proteger a los civiles palestinos, especialmente a las mujeres y niños».
Ayer, el ministro de Exteriores británico, David Lammy, declaró la suspensión de unas 30 licencias -de un total de 350- de exportación de armamento a Israel ante la existencia del riesgo de que sean utilizadas para violar la legislación humanitaria.
Las licencias suspendidas incluirán, entre otros, componentes de aparatos militares, helicópteros y drones después de que el Gobierno británico concluyera que hay un «claro riesgo de que los objetos exportados a Israel podrían ser empleados para cometer o facilitar graves violaciones de la ley humanitaria internacional».
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tildó este martes de «vergonzosa» esta decisión del Reino Unido e insistió en que «no cambiará su determinación de derrotar a Hamás».
Sin embargo, otros países árabes como Jordania han aplaudido la medida, mientras que Catar afirmó que guarda «coherencia» con las resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, así como con las de la Corte Internacional de Justicia para pedir un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza.
Desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, los muertos, que en su mayoría son mujeres y niños, ascienden a 40.786, mientras que otros 94.224 palestinos han resultado heridos, según los datos del Ministerio de Sanidad de la Franja, gobernada por Hamás. EFE