Nueva York (EFE). La revista TIME reservó la portada de su última edición al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y en ella incluye una entrevista en la que el controvertido político centroamericano prometió que no se postulará para un tercer mandato.
«Yo no puedo postularme a presidente de nuevo, de acuerdo a la Constitución por la prohibición del Artículo 152. Además, tengo el acuerdo con mi esposa de que este (mandato) es el último», dijo Bukele.
El presidente salvadoreño, cuyo mandato termina en 2029, aludió así a un artículo de la Constitución de su país que ha sido muy polémico en los últimos años por cómo el líder del partido Nuevas Ideas consiguió sortearlo para concurrir a la reelección.
La Constitución prohíbe ser presidente en dos períodos consecutivos, y para sortear esa prohibición, en diciembre del 2023, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una solicitud de Bukele de dejar el cargo durante seis meses y centrarse en la campaña presidencial, evitando ser considerado legalmente como presidente en ejercicio y, por ende, postularse para otro mandato.
Bukele dijo también en la entrevista con TIME que no tiene decidido aún cuál será su futuro a partir del 2029, pero que contempla escribir un libro.
«Va a ser un reto definitivamente, porque no me veo regresando a la empresa privada (…) Realmente no tengo pensado qué voy a hacer en el 2029», añadió.
Vestido con chaqueta y camisa oscura, y muy alejado ya del semblante de político milenial que trataba de transmitir hace un lustro, Bukele aparece en la portada de TIME con gesto confiado y manos entrelazadas sobre la mesa del despacho presidencial, con fotos familiares al fondo.
«Definitivamente yo no me considero ni de izquierda ni de derecha (…) La gente no ve ningún rumbo en la izquierda. La derecha con sus anacronismos y todo, pero al menos está planteando un rumbo. Eso no lo digo yo, lo dicen estudiosos de la izquierda y mucha gente», sostuvo al ser preguntado sobre su ideología.
La alta popularidad de Bukele se basa principalmente en su guerra contra las pandillas; estructuras criminales que, según él, contaban con 70,000 integrantes -de los que supuestamente han capturado ya al 85%- y medio millón de colaboradores.
«Nosotros estimamos que todavía hay entre 8,000 y 9,000 pandilleros en las calles (…) Si los atrapamos, ya no van a tener suficientes (medios) para cohesionarse de nuevo», expresó.