El Alcalde capitalino Jorge Aldana bajo el lema de “Una Ciudad con buen Corazón” está tratando de rescatar aquellos sitios referentes de la antigua población que éste 2024 cumple 446 años de haber surgido en la geografía nacional cuando mineros se establecieron entre las montañas del repartimiento que hizo Don Francisco de Montejo a Lope de Cáceres y Gabriel Muñoz en el lugar que los aborígenes conocían como Teguycigalpa (Casa de los Ancianos) y Cetapal (Al otro lado).
Tegucigalpa en éste año también celebra 203 años de habérsele otorgado el título de ciudad y el antiguo poblado de 1578 tiene una historia que no puede perderse especialmente en la conformación de sus antiguos barrios que surgieron cuando todavía era el Real de Minas.
Sobre los nombres de esos barrios antiguos de Tegucigalpa hoy haremos un relato sobre el origen de los mismos comenzando por “El Manchen” cuando nuestra curiosidad nos llevó hace mucho tiempo cuando apenas era un niño de unos doce años a preguntarle al Abogado Manuel Rovelo Landa de los viejos moradores de la subida a Casamata, porqué se llamaba a la vecindad donde él vivía, barrio “El Manchen”.
El ilustre togado nos dijo que originalmente la zona se conocía como “El Machete” porque existió en la época colonial un depósito que utilizaban los comuneros para guardar ése filoso implemento para trabajar las tierras que eran sembradíos de maíz en lo que se conocía como “Milpa Grande” que después pasó a llamarse “El Guanacaste”.
Con el tiempo, “El Machete” quizá por pronunciación o porque a quienes lo habitaban no les gustaba que les dijeran “los macheteros”, se cambió a “El Manchen” sugestivo nombre que se utiliza desde hace más de cien años para identificar el lugar.
Pero Julio Rodríguez Ayestas manejaba otra versión sobre El Manchen.- Según el investigador rondeño, su abuelo contaba que por relatos de Don Audato Valladares, uno de los primeros pobladores de El Guanacaste, que allá por 1780 se estableció en la subida de la margen izquierda del Río Oro ó Chiquito un español originario de La Mancha que tenía un matadero de ganado o sea el primer rastro de Tegucigalpa y que lo identificaban por su gentilicio, “el manchego”, es posible que por ello el sitio con el paso del tiempo pasó a conocerse como El Manchen (FOTO 1).
Los barrios más antiguos de la capital hondureña son La Plazuela, La Moncada, El Centro, Los Dolores, La Ronda, Barrio Abajo, La Joya o La Hoya, El Olvido, El Jazmín, La Leona, Guanacaste, El Manchen, Casamata, La Cabaña,, Los Altos que después pasó a llamarse Buenos Aires, El Edén, El Bosque, San Sebastián que después pasó a llamarse Barrio Morazán en 1942 al conmemorarse el primer centenario de la muerte del Gral. Morazán y San Rafael.
En Comayagüela que todavía a finales del siglo XIX se mantenía despoblada porque sus tierras estaban destinadas a fincas y huertas, tuvo como primeros barrios Sipile, La Granja, La Bolsa y Las Crucitas.
A medida que crecía la ciudad surgieron otros barrios como Tierra Colorada, Las Delicias, Miramesí, Pueblo Nuevo, La Guadalupe, Villa Adela, Lempira y Belén.
Hoy abordaremos los nombres y orígenes de los barrios más antiguos de la ciudad desde que el Alcalde Mayor don Francisco Nicolás del Busto y Bustamante ordenó el poblado y sus jurisdicciones al practicar la medida desde el punto cero ubicado en la plaza mayor, tarea encomendada al medidor español Antonio José Avilés asistido por Lucas Romero en el año de 1763.
Los sitios donde vivían los pobladores ya tenían nombres adoptados por costumbres pero no estaba registrados en el plano de la Villa como barrios hasta que en ése año comenzaron a conocerse como tales.
El Barrio “El Centro” denominado así porque comprendía la Plaza Mayor donde se sembró la estaca para hacer la medición de la Villa, estaba la antigua parroquia de la Limpia de la Inmaculada Concepción , el Portal de la plaza (FOTO 2) que era el inmueble que servía de sede al Ayuntamiento y las casas de los pudientes de la época.- Sus linderos llegaban hasta la Cuesta del Río por el Sur, a la calle de La Pedrera por el Norte, a la estribación del cerrito La Moncada por el poniente , al borde de La Joya y las primeras casas de La Plazuela por el Oriente.
El barrio “La Joya” (FOTO 3) que hoy conocemos como “La Hoya” comenzaba al borde del barranco que llevaba a las riberas del Río Oro o Chiquito, propiedades de Doña María Manuela viuda de Artica en una de cuyas casas vivió un famoso personaje de la época colonial Juan Aceituno de la Joya y Quijano al que le llamaban el “Bachiller de la Joya”, joven hijo de españoles que se dedicaba a travesuras en el poblado, conociéndose entonces el sitio en aquel entonces como el Barrio de La Joya.
La Plazuela, otro de los barrios antiguos de la capital, su nombre lo adquirió cuando en 1620 se instalaron en el lugar los misioneros franciscanos para fundar un Convento en casas donadas por los hermanos Alonso y Cristóbal Rodríguez Bravo y Carlos Ferrufino mineros españoles que explotaban los yacimientos de plata en la Villa y Santa Lucía.- Dueños de esas propiedades que colindaban con Milpa Grande y la Calle de la Ronda, cedieron los predios a los frailes para levantar el Convento de San Diego y dejaron una amplia plazoleta que con el tiempo llegó a conocerse como La Plazuela, barrio que se extendió hasta las orillas del Rio Chiquito por una calle que se denominó Los Horcones (FOTO 4).
La Ronda, pasó a ser barrio a principios del Siglo XIX cuando comenzaron a construirse casas a orillas de una calle que le llamaban La Ronda por ser la última que rodeaba al poblado partiendo del centro hacia el poniente de la Villa, sus linderos llegaban hasta la subida de la quebrada de El Bambú, con Milpa Grande y el sector oriental de La Plazuela (FOTO 5).
Los Dolores, (FOTO 6) pequeño barrio donde se concentraban los llamados “pardos” hijos de los primeros esclavos de la raza negra que llegaron a trabajar a las minas de Tegucigalpa y se mezclaron con mujeres indigeneas.- Se constituyó en un reparto poblacional que cuidaban la primera ermita dedicada a la Virgen de Dolores y ellos con su trabajo contribuyeron a la construcción de la hermosa iglesia edificada por el presbítero hondureño Juan Francisco Márquez en 1735 y finalizada en 1815.
La Moncada, (FOTO 7) otro de los primeros barrios de Tegucigalpa, surgió allá por 1618 al construir sus moradas los trabajadores del Alférez Real Don Tomás de Moncada en un cerrito de su propiedad que comenzaba al final de la Calle de Los Naranjos del Barrio del Centro y caía a la ribera norte del Río Grande donde en 1938 se construyó la cabecera del Puente Carías del lado de Tegucigalpa.
Barrio Abajo, (FOTO 8) llamado así por ser el sector que de oriente a poniente quedaba en la parte baja del poblado que levantaron los mineros españoles que llegaron en 1578; de acuerdo a los relatos de investigadores de la historia de Tegucigalpa como José Reyna Valenzuela y Gonzalo Guardiola, en ese sitio los españoles encontraron a orillas del río y con dirección al Cerro Sapusuca las rancherías de los aborígenes que poblaban el lugar la mayoría ancianos de origen lenca.
En la próxima entrega ya en el mes de Septiembre nos vamos a referir a La Leona, La Cabaña, Guanacaste, San Rafael. Tierra Colorada, Morazán, La Bolsa, La Granja y otros barrios antiguos de la capital hondureña.
Hasta la próxima semana.