En mi jardín veo crecer las capullos con renovado brillo cada mañana, las gotas de rocío y la lluvia brindan un hálito de vida a las sedientas plantas, las mariposas lo sobrevuelan con su alas que simulan pétalos multicolores, y las aves se posan sobre el verdor para luego emprender su vuelo ante mi atónita mirada.
Como ocurre con nuestra humana existencia, hay que hacer a un lado las malezas que a las flores y la hierba dañan, es cuidar cada detalle con una íntima esperanza, de que cada día el vergel crecerá con una innovada pujanza.
Y las durantas con su bello verdor arroparán finalmente los rincones de mi casa, las polialtas y cipreses con su vestido crecerán hacia el cielo desafiando el viento, y natura verterá una vez más su poción bienhechora!
Marco Tulio Medina
9 de Agosto del 2024