Las ciudades del Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, La Ceiba, Danlí, Juticalpa y Catacamas siguen siendo focos de violencia en el país, según informó Migdonia Ayestas, directora del Observatorio Nacional de la Violencia del Instituto Universitario en Democracia, Paz, y Seguridad (ONV-IUDPAS).
Aunque se ha observado una disminución en los índices de homicidios, Ayestas subrayó la necesidad de abordar de manera más efectiva los problemas persistentes de delincuencia y extorsión.
En cuanto a las muertes violentas de mujeres, Ayestas detalló que en lo que va del año se han registrado 150 casos, en comparación con los 238 que ocurrieron durante el mismo período en 2023.
Este dato refleja una reducción significativa, y también se ha observado una disminución en las masacres y en las muertes de hombres.
Sin embargo, el ONV-IUDPAS reporta que, aunque ha habido una disminución en la frecuencia de estos crímenes, cada 31 horas una mujer sigue perdiendo la vida de manera violenta en Honduras. El año pasado, con un total de 411 mujeres muertas, el promedio era una cada 21 horas.
Ayestas destacó que, aunque hay una reducción en los homicidios, siguen ocurriendo incidentes trágicos, como el reciente asesinato de un estudiante universitario en La Ceiba, quien fue asesinado por robarle un celular. «Son vidas perdidas, y cada mujer, niño, joven, cada estudiante universitario nos importa», enfatizó Ayestas.
Además, Ayestas hizo hincapié en la necesidad de fortalecer la investigación criminal para combatir más eficazmente la delincuencia común y la extorsión, problemáticas que siguen afectando gravemente al país, incluso en el marco del estado de excepción vigente en algunas zonas.
Las autoridades continúan trabajando en medidas para reducir la violencia en Honduras, pero la situación sigue siendo alarmante, especialmente en las áreas urbanas más afectadas por la criminalidad.