Liviu APETROAIE (Iași, Rumania)
Nació el 28 de enero de 1974, Vadu-Moldovei, provincia de Suceava. Estudio Filosofía, y cursa el doctorado en Filosofía. Liviu Apetroaie es un buen conocedor del español, trabaja actualmente en el Museo Nacional de Literatura Rumana y tiene una vasta actividad como realizador de eventos culturales. También es redactor de la Radio Nacional de Iasi. Debuta como poeta en 1999, en la revista Conversaciones Literarias de Iasi, y se ha hecho merecedor de innumerables premios, como el Premio Nacional “Eminescu” para debutantes, Premio de la Unión de los Escritores de la Republica de Moldavia, Premio Municipal “V. Pogor” para actividad literaria de la Ciudad de Iasi, etc.
Ha participado en innumerables festivales nacionales e internacionales de literatura.
Libros publicados:
Alegorías bajo papiro (debută, poemas, Edicion Junimea, Iasi, 2000);
La geometría del desierto (poemas, Edicion Junimea, Iasi, 2002);
Sadoveanu e Yassi – 1904-2004 (estudios literarios, Edicion Opera Magna, Iasi, 2004);
Espejo resumen (poemas, Edicion Opera Magna, Iasi, 2012);
O no (poemas, Edición Junimea, Iasi, 2023).
Varios artículos y estudios literarios publicados en revistas en Rumania y en el extranjero.
Es miembro de la Unión de Escritores Rumanos (2004).
Escribe un poema muy serio y muy interiorizado. Probablemente sea la principal cualidad de este poema: un poema meditativo, un poema vuelto sobre sí mismo que tal vez, si a veces se nutre de las lecturas filosóficas del autor, no creo que nunca sea filosofal. Esta interiorización del discurso se asocia en Liviu Apetroaie a una cierta tendencia a la simplicidad. En esta sencillez hay algo humano, algo profundamente humano… Octavian Soviany(conocido escritor rumano) Sus poemas metaforizan «hallazgos abstractos», adoptando a menudo un giro aforístico de cierta sequedad conceptual. Como dice el propio poeta, parece que falta “la vida personal”, que quedó absorbida en la suciedad escrituraria, purgada por la brisa afectiva. Más allá de esta primera impresión, Liviu Apetroaie tiene bastante personalidad y no nos cabe duda de que representa una voz original en el contexto heteróclito de la última generación poética. Marín Mincu (importante crítico rumano)
Traducción por Mario Castro Navarrete (Chile)
o no
bajo las plantas
de la esperanza
ya nada me crece
solo la mazmorra de luz
pero yo entiendo…
o no
en palmas andrajosas
sólo se muestra el crepúsculo
un rayo crucificado
pero yo entiendo…
o no
ni el aire lo sabe
respiración regresada
para dar a luz el olvido en ella
pero yo entiendo…
o no
entender… es el resto
movido en desconcierto
acordes solo en una cuerda
pero yo entiendo…
o no…
los sueños del océano
no me habían dicho que el océano
obedecía al principio absoluto
del flujo y del reflujo
dejé sobre la playa de corales
mi alma descansarse
junto a los ojos hipnóticos
de la mujer que encontré
al márgen de un bosque de lianas
entrando en las olas
flotando como un bote
sin remos y sin
principios ideáticos
(como los llaman los snobs)
con el ocaso
el océano entró en el bosque
y todo mi ser
entregado al descanso
sobre la playa de corales
se marcharon para siempre
con los ojos hipnóticos
de la mujer – liana
siguiendo sin entender la ley
del flujo y del reflujo
confieso
si no hubiese sido la cabeza
de esta noche
y los ojos de esta noche
la boca de esta noche
la ceja de esta noche
el grito y la sonrisa
el retrato del hombre callado
escuchando la convulsión
la tristeza escondida
detrás de la puerta
callada sobre la medianoche
música dedicada
en insomnios vetustos
escucho y me pongo nervioso
los huesos y los ángeles
amarillentos
ni ahora no quieren liberarme
del miedo
de aquel simple catafalco
en el que a su lado se llora
como si hubiere amado
la sinceridad
sello en confesión
el eclesiástico
a mi me corrieron entre los dedos
las palabras que pronunciaba Dios
cuando se aburría y creaba ángeles
o cantaba en la oscuridad cánticos
todos los océanos pasaron
por el embudo
de mis sentimientos deshojados
con los profetas ejercité
en borracheras impetuosas
que las nombraba misterios
engañosos para los que
cavaban hondo
la tierra en la búsqueda
de las visiones finales
soy de los que vió el frío
en el medio del sol
al ocaso del mundo
y la escala de fuego del juicio
por ello puedo deciros:
nada de lo que existe
no se halla en la soledad…
fluye
asombrando la simplicidad
se abren las ventanas
que miran hacia las estrellas
en tanto que
la historia impasible
baja por los ríos hacia el océano de los sucesos
volvía
después de un intervalo cósmico
al calor de las desembocaduras
hay, como falta el tiempo
y
me saqué un peso
de encima
efigie
me senté con la sombra
en una manta
leer un titulo
de mi mundo inerte
descubrí algo del jeroglífico
el sencillo
lo que me estaba escribiendo
en este momento
en el que no queria irme
tomar un respiro
reflejando en el tiempo
de un mito
poner una cabeza en la orilla
tambien puse una vela
apagué la ola
y sobre todo la tierra
pongo
otra sonrisa
el que escribe
no
no levantes la sien
desde el horizonte del absurdo
no te despiertes
sueño
quédate ahí durmiendo
borracho de existencia
quédate ahí
no
no rompas el aire
con respuestas
las preguntas
son innumerables
escribir
con la sien rota
de ahí brotan
innumerables verbos
¡escritor!
no tienes espacio
no hay manera de existir
tu silbas
sin sentido
silbas
nadie sabe
escucharte
final
contracción
cuelga en las vísceras
la inmortalidad
he sido condenado
los pasos son cada vez
más lentos pero muy largos
antes del viaje
rehago la historia
nu puedo marcharme
sin conoceros discretamente
la soledad
el amor de dulcinea
y al verdadero sancho panza
sobre el palo del cual
don quijote creia tener
una lanza de caballero
no puedo decir otra cosa
que la he heredado
fortuitamente
si hay alguien que quiera decir algo
que saque el rayo de luz
la mirada espera