La falta de actividades económicas que les generaran ingresos para atender necesidades básicas de salud, educación y garantizar la seguridad alimentaria de sus habitantes, eran algunos de los problemas que los años 90 tenían los pobladores en la comunidad de Sabaneta, ubicada en el municipio de Marcala en el departamento de La Paz, Honduras.
Esta preocupación pasó a la acción cuando en el año de 1998, unos 60 habitantes de esta comunidad decidieron formar la Caja Rural de Ahorro y Crédito Buenos Aires, después de ser un consejo indígena perteneciente de la Organización Nacional Indígena Lenca de Honduras (ONILH). El nombre “Buenos Aires” proviene de los vientos constantes que se sienten en la comunidad de Sabaneta, no solo en verano sino en el resto de las temporadas, estos vientos están presentes casi todo el tiempo, por lo que se ha convertido en una característica distintiva de este lugar.
Para el año 1998, hace 26 años técnicos de la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural Funder, comenzaron a capacitar y organizar los socios de la Caja Rural de Ahorro y Crédito Buenos Aires. Inicialmente, había más de 60 socios, pero tras algunos desacuerdos, solo quedaron 18, nueve hombres y nueve mujeres. Estos socios reunieron un capital inicial de 1,080 lempiras, que prestaron a dos de ellos para iniciar sus actividades.
Financiamiento oportuno
La Caja Rural de Ahorro y Crédito Buenos Aires, se funda y se formaliza en el año 2,000 y se incrementa el número de socios a 24, 14 mujeres y 10 hombres, siguiendo las recomendaciones, metodología y el modelo aplicado por Funder, capacitando a los socios y contribuyendo a la formación de la caja como entidad legal. También la Fundación ha brindado capacitación y financiamiento, a través de créditos, lo cual ha permitido a la caja ofrecer servicios financieros a la comunidad.
Darwin Sáenz presidente del Patronato de la comunidad de Sabaneta, “la Caja Rural ha sido una gran bendición para el Patronato y la comunidad, proporcionando muchos beneficios sociales en temas de educación y salud y otras iniciativas respondiendo de manera activa”.
Cambios de vida
Hoy la Caja Rural La Caja Rural de Ahorro y Crédito Buenos Aires, conocida más por Sabaneta, atiende alrededor de 600 ahorrantes, incluyendo personas de comunidades vecinas como Cabañas, Yarula y la zona recuperada de Nahuaterique, en el departamento de La Paz y organizaciones como: Asociaciones de padres de familia, Junta de Agua y patronatos.
Las mujeres representan un alto porcentaje en la cartera de clientes, pero también ofrecen cuentas infantiles aproximadamente 100. La Caja Rural ofrece préstamos a sus socios, con una cartera actual de 6 millones de lempiras, también se ha involucrado en varios proyectos de desarrollo comunitario, incluyendo la construcción de aulas escolares, un campo de fútbol y un centro de salud.
María Graciela, socia de la Caja Rural manifiesta que, “he visto un buen cambio, hasta nuestros hijos estudiados, tenemos un proyecto de compra de ganado, gracias al acceso a préstamos, a través de la Caja Rural.
Bienestar rural
La Caja Rural ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de la comunidad de Sabaneta, apoyando proyectos de infraestructura, educación, salud y bienestar social. Entre los proyectos destacan la construcción de aulas escolares, un campo de fútbol, un centro de salud y la electrificación de la comunidad. La caja rural también ha apoyado a los socios en proyectos de agricultura y ganadería, y ha sido un pilar importante para el crecimiento económico y social de la comunidad.
Nery González, socio de la CRAC añade que “en el proyecto de electrificación aportamos L200,000; en el Centro de Educación Básica L 200,000; en el Centro de Salud más de L600,000 y mano de obra, para proyectos de puentes L100,000; se han construido 5 viviendas para las personas y presentes en todos los proyectos e iniciativas de nuestra comunidad”.
Edy Diaz, Asesor financiero Funder, “La fundación expresa su orgullo por el crecimiento de la Caja Rural Buenos Aires de Sabanetas, considerándola un ejemplo a seguir para otras cajas. No ha sido un proceso fácil pero su esfuerzo y sacrificio hoy tiene frutos. Para nosotros es una gran satisfacción lograr el desarrollo de las comunidades e invitamos a que se apropien de la metodología aplicada por la Caja Rural Buenos Aires, esto ha sido fundamental para el éxito y se refleja en los logros alcanzados hasta el momento”.